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Recientemente la Asamblea Legislativa acordó liquidar al Instituto Salvadoreño de Fomento Cooperativo (INSAFOCOOP) y distribuir sus funciones entre diferentes instituciones.

¿Es este, acaso, un acto de verdadera solidaridad entre pueblos y gobiernos? ¿O es este solo otro capítulo más de marketing político mezquino y muy costoso, además de manipulación mediática que implica un alto sacrificio del pueblo salvadoreño para beneficiar la imagen de una persona?

Es elemental comprender que el sector productivo salvadoreño, sin subsidios, no podrán producir lo suficiente para surtir los centros de abastecimiento que el gobierno tanto publicita.

Censo señala que somos 6,029,976 personas que vivimos en el territorio salvadoreño de las cuales 3,181,443 son mujeres (52.76%) y 2,848,533 hombres (47.24%).

Es lamentable que el gobierno esté despidiendo injustamente a trabajadores de Salud y Educación como represalia por su participación en la marcha del pasado 19 de octubre. Estas decenas de trabajadores y trabajadoras despedidos representa un retroceso democrático y una fuerte violación a la constitución.